Anoche, paseando por Madrid, pase por el nuevo y flamante Ayuntamiento, lo que para mi seguirá siendo siempre el Palacio de Telecomunicaciones, o simplemente Correos, eran aproximadamente las 2 de la madrugada, y con motivo de la celebración de la Feria ARCO, el palacio mostraba a unas potentes luces azules, en varios tonos, por toda la fachada. Este hecho aislado me dio que pensar... en mi ciudad, Madrid, los representantes políticos actuales, cambiaron hace algunos años la imagen corporativa del ayuntamiento, tiñéndola toda ella de azul pitufo, casualmente el mimo azul que el azul del partido político al que representan... ahora en Madrid, el metro es azul, los autobuses son azules, los escudos y las banderas, Esperanza viste de azul, la alcaldesa tiene cada vez la voz más azul... El azul, cada vez más potente, se ha expandido por toda España, el mapa político que quedo tras las últimas elecciones generales era un inmenso mar azul, y desde entonces, el Palacio de la Moncloa es azul, los leones del congreso son azules, el presidente del gobierno es azul, el trabajo es azul, la libertad... azul, y la sangre, por supuesto, azul, muy azul, todo azul, un azul triste, frío, lejano, duro, helado... un azul, que no da miedo, pero que en él se refleja nuestra tristeza, la tristeza de un país azul. Sólo espero que algún día, no muy lejano, alguna chispa roja de alegría comience a invadir, este mi pueblo, nuestro pueblo.
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