sábado, 25 de febrero de 2012

RECUÉRDALO TÚ, Y RECUÉRDALO A OTROS



Recuérdalo tú y recuérdalo a otros,
cuando asqueados de la bajeza humana,
cuando iracundos de la dureza humana,
Este hombre solo, este acto solo, esta fe sola.
Recuérdalo tú y recuérdalo a otros.


   Estos versos, pertenecientes al poema 1936, que escribió el dramaturgo Luis Cernuda en la década de los 60, no hacen más que humedecerme los ojos cada vez que los leo, ya que en ellos está implícita una palabra muy denostada por algunos en la actualidad, la memoria. Ha existido gente en España, obligada durante largos años a vivir como en una cárcel, a vivir sin libertad, en un país, para ellos, irreconocible, duro, gris... educando a sus hijos bajo el paraguas de la ignorancia, en el silencio. Esta gente, que vivió, luchó y murió con la única intención de preservar la democracia existente en la España anterior a la Guerra Civil, no puede ser olvidada por nosotros, ya que somos sus herederos. Por esta razón, y desde este pequeño y humilde espacio, manifiesto mi más absoluto apoyo al Señor Baltasar Garzón (y mi total desprecio al Tribunal Supremo), por intentar poner a cada uno en su sitio, por pretender normalizar la relación que España tiene con su pasado, por reconocer que hubo buenos y malos, ya lo creo que hubo malos, por valiente, y por patriota. La inhabilitación del Señor Garzón sólo ha conseguido que pase a ser otro de los muchos referentes que tiene la izquierda española, junto con personas como Dolores Ibarruri o Negrín, Garzón se ha ganado el respeto y la admiración de muchos, la mía por supuesto. Y vuelvo al poema de Luis Cernuda con el que empece este post para terminarlo:

Gracias, compañero,
gracias por el ejemplo.
Gracias porque me dices que el hombre es noble.
Nada importa que tan pocos lo sean.
Uno, uno tan sólo basta
como testigo irrefutable
de toda la nobleza humana

Lo recuerdo yo, y lo recuerdo a otros.
Viva el Juez Garzón y viva la dignidad española.

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